jueves, 1 de mayo de 2014

Día 5: Chiang Mai, Doi Suthep , Tiger King y templos

Después de dormir  8 horazas como unos campeones, bajamos  a ver qué tal era el desayuno. Huevos fritos, bacón, tostadas, zumo y café, vamos lo típico. (120bahts para los 2).
Nos preparamos las cosas y a las 9 ya estaba el taxista tal y como acordamos. Un tío amable pero poco hablador. Estuvo con nosotros 5 horas y pagamos 1200 bahts (sabíamos que era caro pero no encontramos mejor postor).
Nuestro primer destino fue Doi Suthep. Llegamos a las 9h30 y ya desde abajo se veía que había muchísima gente, pagamos 100 bahts por la entrada y el funicular.
Una vez arriba nos decepcionó. Estaba todo masificado. Dimos una vuelta al templo y vimos el sitio donde el monje te pone una pulserita bendita, y allí que nos pusimos a hacer cola para que nos la pusieran, la pulserita nos acompañó el resto del viaje. Estaba nublado y por lo tanto no vimos las vistas de Chiang Mai. Y para colmo estaban también renovando parte del templo por fuera, así que no lo vimos en su mejor momento.










Cuando llevábamos poco menos de una hora, emprendimos la bajada por los 300 escalones, encontrándonos abajo con diversos puestos de comidas y artesanía local.
La siguiente parada fue la cascada de: Monthathan Falls, pagamos 200 baht para entrar al parque. Anduvimos un poco más con el coche hasta llegar a la cascada, la cual era bonita pero cara para lo que era.


Pusimos rumbo al tiger kingdom, uno de los sitios más esperados. Una vez allá elegimos entre multitud de modalidades y precios.


Fermín sólo quiso entrar con los grandes, 420 baht, pero yo elegí también los pequeños, 840 baht. Entre solita con los pequeños y al principio bien, aunque con mucho respeto, pero de repente se pusieron a jugar detrás de mí dos tigres mientras yo estaba tumbada encima de uno que se encontraba dormidito, y que espectáculo monte! Que miedito…el cuidador animándome a ponerme al lado de los que jugaban y yo sin tener mucha confianza lo intentaba pero en cuanto los oía rugir me escapaba. Aun así las fotos salieron muy bonitas y naturales…







Luego entramos en los grandes, yo ya iba más confiada porque ya sabía lo que era, y además el ir acompañada me ayudaba. Fermín alucino con los bichos, eran muy grandes y mansos, no jugaban tanto como los pequeños, pero cuando se pusieron a reñir dos de ellos en la piscina se nos erizaron todos los pelos. Una experiencia bestial! XD.






Aunque no escojas entrar en los demás puedes verlos por fuera, así que vimos los tigres medianos y pequeñitos, y nos sorprendimos al ver que también tienen tigres blancos, un león y un tigre recién nacido. 



Decidimos comer en el restaurante que tienen allí, desde donde veíamos los tigres, y así disfrutamos un poco más de ellos. Había buffet y carta, nosotros elegimos carta porque las mesas estaban cerca de los tigres. Nos costó 417 baht.

Le pedimos al taxista que nos dejará en: Wat Phra Singh, típico templo de arquitectura norteña, que se encuentra junto a una escuela de monjes. Fue muy curioso verlos jugar al futbol o baloncesto, estar con sus móviles, portátiles…





Paramos a tomarnos unos batidos refrescantes, 100 baht, de camino al Wat Phan Tao, famoso templo de teca.


Justo al lado se encontraba el Wat Chedi Luang, que contiene las ruinas del mayor Chedi de Chiang Mai con casi 100 metros de alto. Dentro del templo, me gustó que había adornos de colores representando los animales que simbolizan los años, algunos estaban escritos.

Después de un pequeño paseo llegamos a Wat Chiang Man, es el templo más viejo de Chiang Mai. Este templo contiene dos muy importantes y veneradas imágenes de buda, Phra Sila, de mármol, y Phra Satang Man, de cristal. Detrás se encontraba un chedi con elefantes de piedra.





Disfrutamos de la piscina del hotel antes de ir a darnos un “oil masage” en un centro de al lado, la verdad que no nos gustó porque fue un masaje bastante fuerte y agresivo, hicieron una mezcla entre masaje de aceite y de “thai masage”.
Cenamos en un sitio tailandés, por 250 baht, lo mío me gusto pero Fermín tuvo mala suerte y le tocó algo tan picante que no se lo pudo comer y fuimos al Telepizza para que pudiera cenar.
Para terminar el día volvimos al night bazaar, donde volvimos a sacar el arte del regateo. Y estos fueron los precios:
3 pashminas
270
2 camisetas cervezas
420
Reloj gris chica
220
Bolso negro chica
300
Corbata
120
3 Marcos de madera
350
2 Fundas cojín
220

Nos fuimos a casa antes de que la cartera nos dijese basta. Volvimos al hotel en tuktuk por 60 baht. Y como estábamos calientes de regatear y comprar, contratamos las dos siguientes excursiones. A dormir y descansar que al día siguiente nos esperaba una de las experiencias más alucinantes de nosta vitta.

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